Tus habilidades blandas son aquellas que van más allá de tus conocimientos técnicos o tu capacidad para ejecutar una determinada actividad.

No se trata de qué puedes hacer sino de cómo lo haces. Por ejemplo, es muy diferente tener un colega con el cual te llevas bien, se entienden, comparten información, se ayudan mutuamente, a tener un colega con el cual no puedes hablar porque todo le molesta, no te contesta o te da mala información.

Tu compañero puede saber muy bien su tema, sin embargo, su forma de trabajo genera que todos lo eviten y por lo tanto su conocimiento no se expande en la organización.

Tus habilidades blandas no se enseñan en la universidad, lamentablemente. Y si tus padres o tu escuela no te ayudaron a desarrollarlas, es mucho más difícil que broten espontáneamente.

Sin embargo, la buena noticia es que, con un poco de esfuerzo, se logran grandes avances.

¿Qué habilidades blandas son importantes para tu trabajo? Esto va a depender de lo que busca la empresa y tu puesto en particular.

En base a varios años de experiencia en reclutamiento y selección en empresas transnacionales, he elegido las más relevantes para la mayoría de puestos:

  • Preocupación por la eficiencia: debes tener una preocupación subyacente por hacer las cosas bien, no porque te lo exijan sino porque es parte de ti.
  • Entusiasmo por el trabajo:  pasión por lo que haces. Te levantas con entusiasmo de ir a trabajar. Todos quieren en su empresa a alguien que realmente dé todo de sí.
  • Iniciativa: es el sentido de ir más allá de lo que la situación requiere. Si tienes iniciativa entonces: propones, investigas, aprendes, y  piensas fuera de la caja.
  • Confianza en tí mismo: conocer tus capacidades y aportarlas al equipo, empoderarte, ser capaz de dar tu opinión así sea diferente que la opinión de personas con autoridad. Por supuesto, también tener consciencia de aquello que no sabes y poder expresarlo.
  • Preocupación por el impacto: en el sentido de preocuparte de cómo lo que tú haces afecta a los demás. Por ejemplo, pensar en cómo hablar frente a determinada audiencia, cómo vestirte para determinada ocasión.
  • Empatía: la capacidad de ponerte en los zapatos del otro y poder sentir un poco de lo que la otra persona siente. Entender al otro es clave para poder adecuar tu comportamiento de manera que se logren buenas relaciones con los demás.
  • Comunicación efectiva: decir las cosas teniendo en cuenta a tu oyente, buscando la mejor manera de que la persona que escucha entienda el mensaje. Esto pasa por comprender cómo es y qué quiere tu audiencia que, finalmente, es la razón de ser de tu comunicación.
  • Flexibilidad: la capacidad de ver las cosas desde diversas perspectivas. El ser flexible te permite percibir cómo cambian las situaciones y adaptar tu comportamiento de acuerdo a las nuevas necesidades.

Muy bien, te quiero agradecer otra vez por seguirme, ya sabes estoy en las redes sociales como iris reyna desarrollo. Soy psicóloga de profesión y me dedico al desarrollo de habilidad blandas e inteligencia emocional.

Por muchos años de manera presencial a través de Talleres y Coaching Grupal y siempre contratada por empresas. Sin embargo, en los últimos años me he lanzando en un gran reto que es hacer lo mismo pero esta vez al público directamente y de manera virtual y llegar a mucho más personas.

Abajo les dejo mis datos en redes sociales para estar en contacto.

Antes de despedirme quisiera preguntarles ¿qué competencia quisieran que desarrolle en mi próximo video? Escríbela abajo.

Iris Reyna

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