En la cultura del miedo la gente teme decir lo que piensa, hablar con la verdad, asumir una responsabilidad, confrontar alguna conducta o dar una iniciativa ya que se teme a las reacciones de los jefes o gerentes.

La cultura del miedo es invisible, sin embargo, se manifiesta en comportamientos tales como: falta de transparencia, deshonestidad, competencia poco sana, ocultamiento de información, falta de delegación, entre otros, todos ellos negativos para la organización.

Si alguno de los siguientes síntomas se parecen a lo que ves en tu organización, es muy probable que el enemigo ya esté entre ustedes y no lo saben.

Las conductas de los colaboradores que viven en una Cultura del Miedo, suelen ser las siguientes:

  • No asumen riesgos, prefieren ser cautelosos y mantenerse en la “zona segura” aunque esto signifique no usar su máximo potencial.
  • Se enfocan en lograr resultados en el corto plazo sin cuidar las consecuencias que puedan traer a la organización a mediano o largo plazo.
  • Prefieren guardar silencio en las reuniones o decir “sí señor” antes de dar su opinión o alguna crítica constructiva.
  • Cuando el jefe habla todos asientan en señal de acuerdo, así sepan a ciencia cierta, que el jefe está en un error.
  • Ocultan cualquier información relevante para el negocio pero que puede develar errores propios o de algún líder.
  • Toman los cambios como amenazas ya que los pone en zona de riesgo, algo que no se pueden dar el lujo de asumir porque les puede costar el puesto de trabajo.
  • Ante un error o mala decisión prefieren ocultarlo o mentir para cubrir cualquier rastro.
  • Si hay que exprimir a alguien con más trabajo y menos sueldo será a los de más abajo.
  • Se culpan unos a otros para evitar represalias de los jefes.

La cultura del miedo surge y se desarrolla como respuesta a conductas amenazadoras en la plana directiva y gerencial, conductas como las siguientes:

  • Algunos gerentes tienen explosiones emocionales al enfrentar situaciones de conflicto.
  • Los jefes y gerentes se comunican poco, no son transparentes en su comunicación y son evitados por los colaboradores.
  • Algunos gerentes son agresivos de manera pasiva, usan lenguaje indirecto, desvalorizan o amenazan “Y hoy que te pasó que llegaste a la hora ¿te caíste de la cama?”.
  • Proliferan las historias de sanciones o acciones disciplinarias contra colaboradores que han tomado riesgos, han dicho lo que pensaban o han confrontado a alguien con respecto a algo.
  • La empresa tiene alta rotación y existe un sentimiento generalizado de inseguridad en el trabajo.
  • A la gente se le mide solamente por resultados sin que se tomen en cuenta otras conductas o circunstancias.
  • Entre los colaboradores hay un sentimiento de ser engañados o traicionados por sus gerentes. Es un “yo contra ellos” en lugar de “yo con ellos”.
  • Existe un ambiente de secretos, puertas cerradas y no se comunica el porqué de las decisiones gerenciales. Se trata de acatar lo que dice el gerente sin murmuraciones.
  • El trabajo se realiza bajo muchos controles y mínima delegación debido a la poca confianza en los empleados.
  • Los gerentes no suelen cumplir con sus compromisos y hay muchas inconsistencias entre lo que se dice y se hace.

En este tipo de organizaciones, la energía de las personas está enfocada en defenderse y cuidar su pellejo antes que en los objetivos de la empresa. Cuando multiplicamos estas conductas por cientos de empleados a lo largo de los años, se observa que los sobrevivientes suelen quedar incapacitados moral, mental y emocionalmente para actuar de diferetne forma.

Si bien es difícil medir el verdadero costo de la cultura del miedo para la organización, Steven M R Covey, autor del libro “La Velocidad de la Confianza”, ha encontrado que las empresas con una cultura de alta confianza han tenido en promedio tres veces más rentabilidad que las empresas con una cultura de baja confianza.

Covey menciona que la cultura de baja confianza crea un impuesto a todas las relaciones, disminuye la velocidad y aumenta los costos.

Si has notado alguno de los síntomas mencionados en este artículo en tu organización, te ofrezco una asesoría gratuita con nosotros.

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